La fiera, que había salido corriendo, se plantó en mitad de la plaza. Era un bicho negro, poderoso, que parecía modelado por Benlliure. Sus astas, finísimas en la punta, curvadas con brío amenazador, contrastaban con la cabeza estúpida, casi dulce, casi pacífica. La ferocidad vendría a su hora, cuando hubiesen acosado a la res, desgarrado su piel, acribillado su carne, inflamado su carne, inflamado su sangre, excitado su desesperación, hinchando sus pulmones con la queja cavernosa del mugido; pero en aquel instante, sorprendido y deslumbrado, molestado solo por el picotazo de la divisa, el toro no sentía más que extrañeza y la nostalgia con que el instinto le recordaba los frescores de la dehesa, los aromas de los pastos, el borboteo del agua en el arroyo ...

Del cuento El abanico, de Emilia Pardo Bazán, publicado en Blanco y Negro en 1909.

La cultura y el arte se generan y consumen de una manera diferente a la de épocas pasadas. Actualmente, es admisible pensar que nuestra sociedad es más culta, consciente, crítica y solidaria, y que no es ajena a la injusticia, la guerra o la necesidad vital, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. La sensibilidad y generosidad que deben caracterizar el momento presente cobran cada vez más fuerza y protagonismo. Prueba de ello son las acciones y manifestaciones públicas en pro de unos valores que nos distinguen como una sociedad democrática madura, avanzada y con voz; una sociedad que reflexiona y opina, que se expresa libremente y que es consciente de su potencial para cambiar las cosas. En este contexto, los creadores, de diferentes ámbitos y disciplinas, venimos siendo proveedores de ideas e imágenes conectadas a movimientos sociales de cierta relevancia de la historia contemporánea. Corno agentes culturales de la comunicación, desde el compromiso social y progresista, un grupo de cincuenta creadores visuales más seis escritores, atendiendo a nuestra presencia social, nos hemos reunido para aportar un posicionamiento crítico al debate sobre los festejos con toros; imágenes y textos que inviten al debate. Propuestas recogidas en una exposición de carteles producidos por un grupo excepcional de ilustradores y diseñadores, de diferentes épocas y lugares, pero de reconocido prestigio internacional.

Vivan los toros. Carteles para la reflexión se define como un proyecto expositivo totalmente independiente y respetuoso con todas las opiniones más diversas, y cuya intención, lejos de alentar prohibiciones, no es otra que la de conectar con un público en busca de argumentos, un público que comparte ideas progresistas y proclive a la reflexión.
¿Y tú? ¿qué opinas?...

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