Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia. Investido el 31 de marzo de 1992
Esta Universidad va a recibir en su claustro al Profesor Franco Modigliani, economista eminente. Con este acto, la Universidad Politécnica de Valencia continúa una larga tradición que reconoce los méritos de profesores distinguidos, incorporándolos a su claustro. Contar, a partir de ahora, con el Profesor Modigliani en nuestro claustro es un honor, un estímulo y una responsabilidad. La tradición quiere que sea la Universidad la que otorga el honor. En realidad, es el Profesor Modigliani quien nos honra con su aceptación y presencia en este claustro.
Glosar la figura intelectual y los méritos del Profesor Franco Modigliani es tarea simple pero difícil de compendiar en el breve tiempo de esta disertación. Quizás una descripción sintética de su personalidad intelectual fuera la de afirmar que estamos ante un gran teórico de la Economía, que ha sabido elaborar y contrastar sus ideas y teorías con rigor y cuyas ideas han sido la base del trabajo fructífero de numerosos economistas. El Profesor Modigliani es un economista de ideas fecundas, riguroso en su comprobación y generoso en su difusión. Ha sido y es el maestro de muchos economistas, el maestro que hubiéramos querido tener.
Ganador del Premio Nobel de Economía en 1985 por sus trabajos sobre los mercados de ahorro y financieros. Los economistas, no solo conocen, sino que emplean su hipótesis del ciclo de vida para explicar el comportamiento de los ahorradores y el Teorema Modigliani Miller para analizar el valor de las empresas. Pero los ámbitos de la economía que han merecido la atención y el trabajo del Profesor Modigliani han sido diversos y numerosos. Por su interés para nosotros, quiero detenerme en una importante aportación suya al campo de la Organización de empresas. Esta aportación es una muestra de su ilimitada curiosidad intelectual, su profunda percepción de los problemas prácticos de la economía y su capacidad -y habilidad- para transformar unas ideas teóricas en esquemas prácticos aplicables a la realidad. Quiero referirme a su libro Planificación de la Producción, Stocks y Manos de Obra. Puede parecer sorprendente que un teórico de la Economía preste su atención a cuestiones tan concretas y específicas como son los problemas de la producción dentro de las empresas. Modigliani, partiendo de un enfoque económico estrictamente teórico, desarrolla y propone técnicas, métodos y aplicaciones concretas para la toma de decisiones empresariales.
He elegido conscientemente esta aportación científica del Profesor Modigliani no tanto por el interés concreto que tiene para nosotros, profesores de un Departamento de Organización de Empresas, sino para poner de relieve la amplitud de sus inquietudes intelectuales, su capacidad para desarrollar hasta el límite las ideas económicas, concretándolas en herramientas prácticas aplicables a los problemas económicos cotidianos. Alguien ha dicho que no hay nada tan práctico como una buena teoría. El Profesor Modigliani ha demostrado reiteradamente su capacidad para elaborar buenas teorías y convertirlas en instrumentos prácticos.
He hablado del honor, estímulo y responsabilidad que supone para esta Universidad la presencia del Profesor Modigliani en su claustro. Deseo hacer algunas reflexiones sobre estos puntos. Nos honra con su presencia, con su ejemplo y con su aliento. Nos estimula por su importante obra académica y su talante intelectual que nos recuerda que el trabajo científico se basa en la perseverancia, el rigor y el esfuerzo, en la colaboración y en la generosidad. Nos recuerda que la responsabilidad del universitario es doble: enseñar y aprender.
Finalmente, esta Universidad, que busca afanosamente completar la formación de sus alumnos en el campo de las ciencias sociales, puede encontrar en la obra del Profesor Modigliani, los sutiles lazos de unión que conectan las enseñanzas técnicas con las Ciencias Sociales. Formamos arquitectos, ingenieros, informáticos, cuyas responsabilidades profesionales son diseñar, construir y gestionar nuestras fábricas y ciudades. Cada vez es más evidente que las razones últimas que posibilitan nuestra actividad proceden del campo de la economía, de la disponibilidad de suficiente ahorro, del correcto cálculo de la rentabilidad de las empresas, de los efectos de las políticas económicas. Pues bien, las aportaciones del Profesor Modigliani en estos campos han sido fundamentales. Las técnicas se aplican -las aplicamos- porque existen un análisis y una lógica económicos que permiten racionalizar la toma de decisiones técnicas. Cada vez más, las técnicas y la economía se configuran como un todo unitario imposible de separar.
He tenido el honor de presentar a este claustro al Profesor Franco Modigliani, honor que comparto gozoso con todos mis colegas y alumnos. Muchas gracias, Profesor Modigliani por su obra y por su presencia entre nosotros.