Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia. Investido el 26 de junio de 2003
Una vez al año, como bien ha expuesto nuestro Vicerrector Vicente Caballer, en época de recogida de cosecha, se celebra en la Universidad Politécnica de Valencia, el día que dedicamos a la exaltación de la generación del conocimiento, ya sea el conocimiento que propicia el método científico, ya sea el conocimiento más azaroso que emana del riesgo y de la innovación, ya sea el conocimiento leído en el aire porque está en el aire, es decir, el conocimiento que se irradia desde el sentido común, que es el conocimiento desde la tradición y desde la experiencia, máximo común divisor de lo que es posible.
Felicidades a todos los que han trabajado esta otra cosecha de la inspiración y de la transpiración, de la sabiduría y del trabajo, y que la intervención del Vicerrector Jaime Gómez ha puesto de manifiesto. ¡Felicidades! a todos los que hacen posible la conexión, el vínculo con la sociedad. ¡Qué íbamos a enseñar si no supiésemos lo que está pasando en la calle! gracias, porque vuestra generosidad nos permite dar una mejor enseñanza, razón esta, la principal razón de ser de la Universidad.
Felicidades a D. Ricardo Díaz Calleja, por la concesión de su quinto tramo investigador. Significan treinta años de resultados de investigación.En esta última evaluación nos han concedido 97 tramos, siendo 805 el número total de tramos de I+D+I concedidos a esta universidad, correspondientes a 491 profesores investigadores.
Gracias y felicidades a los premios extraordinarios de las tesis doctorales, y a los nuevos doctores. Vds., han pasado a tener de por vida las máximas competencias de la academia. En realidad nunca se llega al límite del conocimiento de ningún oficio. Cuanto más se aprende más se ignora, y también más se olvida. Por eso, esta toga y este birrete que hoy Vds., reciben hay que considerarlos más bien como una celebración de etapa. La investigación, la generación del conocimiento, cuya celebración nos reúne y cuya cosecha nos alegra, es nada más y nada menos que un instrumento más que legitima la transmisión del conocimiento. La transmisión para la formación, pues una legitimidad necesaria aunque no suficiente, es enseñar desde alguna vanguardia de lo que está pasando.
Felicidades y gracias por su ejemplo al profesor ballestero. Vd. es, sin duda, el ejemplo más elocuente de generosidad universitaria, de heroísmo y de humanidad, que podemos encontrar hoy en la universidad española .Es Vd., un hombre sabio, muy sabio, y un hombre bueno, muy bueno. Muchas gracias por su ejemplo.
Felicidades a nuestro doctor Honoris causa, José Antonio Marina.Seguramente hay muchas razones de peso, tantas como razones de azar, por las que José Antonio Marina está hoy con nosotros, también con carácter de etapa, pues pensamos llegar a mucho más con Vd., y desde Vd., profundizando en una ya antigua trayectoria de colaboración. Una de las razones de peso por las que nos honra con su investidura, es que sus relevantes méritos, sus aportaciones al conocimiento, sus brillantes reflexiones, tiene que ver siempre directa o indirectamente con la ética de la sociedad. Y es que este es hoy el gran problema de la universidad española, por encima de cualquier otro. Un problema de ética. La universidad española tiene que rehacerse, refundarse, éticamente. En sus principios, en sus objetivos, en sus prácticas, en su gobierno, en su actividad, en su financiación. La universidad española y buena parte de la universidad europea tienen que encontrar una norma ética moderna a la que se obliguen. Una ética capaz de servir a una sociedad del siglo XXI, en la que no hay tierra incógnita, ni continente impenetrable, ni coartada para la ignorancia.
Señoras y Señores, ¡alegrémonos!. Hoy tenemos las manos llenas de frutos y hemos agradecido y premiado el esfuerzo bien hecho.
¡Alegrémonos! porque seguimos teniendo la capacidad de asombro intacta y la ilusión disponible.
¡Alegrémonos! porque estoy seguro que esa gran asignatura pendiente que es la investigación con vocación de utilidad al servicio de la socioeconomía próxima, lo que se llama innovación y desarrollo tecnológico, tendrá el reconocimiento que merece. Estamos en una comunidad en la que el modelo de financiación universitaria vigente hasta este año es uno de los más avanzados y envidiados de España. Y aunque hay que perfeccionarlo y mantenerlo, es justo reconocer el esfuerzo hecho por los respectivos gobiernos valencianos en este sentido. Sin embargo lo que habitualmente se considera inversión normal, el 1% del pib, para garantizar, por algún tipo de conocimiento, el futuro de la que hacemos en nuestras empresas, está, en general, por hacer. Un mínimo del 1% de los 10 billones del pib valenciano ha de movilizarse en este sentido. Pero no se asuste señor Conseller, yo creo que ese recursos no han de venir solo de la administración. Alegrémonos.
Tenemos trabajo serio por delante. Alegrémonos. Muchas gracias.
Muchas Gracias.