El arte y los artistas han conseguido que el camino recorrido por la humanidad sea más legítimo. Desde hace más de veinte mil años, desde Altamira hasta Leonardo, desde Miguel Ángel hasta Picasso, las angustias, las contradicciones, la rebeldía de estos gigantes nos ha legado un patrimonio que hemos de mimar, pues, gracias a él, nos reconocemos permanentemente.
Colalucci es uno de estos acariciadores del arte. Su nombre como artista-científico ya está escrito para siempre en la lista de los que han hecho de su vida un compromiso con el Arte.
Misseri ha sido pionero en resolver magistralmente la labor más ingrata, la que da valor a las cosas. Se suele lecir que las cosas valen lo que los demás pagan por ellas. Sin embargo, nadie con sensibilidad, y Misseri tiene más sensibilidad que nadie, se puede atrever a cuantificar el valor del arte.
Misseri ha salido airoso de la prueba, ha sido pionero abriendo un mundo científico nuevo y hoy su escuela le reconoce como maestros de maestros.
Y esta Universidad nuestra está orgullosa de contar con dos Doctores Honoris Causa de tanta categoría científica, intelectual y artística. Por eso hemos elegido nuestros dos mejores Padrinos para ellos.