Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia. Investido el 6 de octubre de 2005
Honorable Sr. Conseller de Empresa, Universidad y Ciencia, D. Justo Nieto;
Excmo. Sr. D. Pedro Duque;
Distinguidas autoridades, miembros de la comunidad
universitaria, familiares, amigos, señoras y señores.
Sean nuestras primeras palabras de agradecimiento a todos ustedes por su asistencia a este acto y especialmente a Don Pedro Duque por aceptar la distinción que esta Institución Universitaria merecidamente le otorga. También le agradecemos su interesante lección que podríamos titular, De las pocas cosas realmente importantes: la actitud personal, esa pedagogía del esfuerzo entusiasta, la pasión por el saber, la fusión extrema entre ciencia y vida. Asimismo, quisiéramos agradecer al profesor D. Enrique Ballester por su elocuente laudatio.
Esta Universidad suma el nombre de D. Pedro Duque a su larga lista de ilustres Doctores por Causa de Honor, siendo la segunda vez que distingue a un ingeniero de las estrellas. Con anterioridad lo hizo con la primera astronauta Dña. Valentina Tereschkova, y hoy -cumpliendo con la exigente belleza de la simetría- lo hacemos con nuestro primer astronauta español. Astronauta por convicción e Ingeniero Aeronáutico de titulación. Estudios, que como saben, iniciamos este curso en nuestra Universidad y en la Comunidad Valenciana, lo que añade a su nombramiento un elemento de oportunidad.
Como parte ya de esta institución universitaria, su ejemplo será todo un referente para nuestros estudiantes de aeronáutica. Convencidos de la bondad de su enfoque docente, le tomamos la palabra y queda formalmente invitado para hablar del espacio y de la lejana visión que desde él se tiene de nuestro mundo. Pues sólo desde la experiencia vivida, la distancia se convierte en paradójico microscopio para explorar la realidad profunda de las fuerzas de la naturaleza.
En este solemne acto inaugural universitario, solemos recordar quiénes somos y señalar hacia dónde vamos o queremos ir. Incluso aprovechamos la ocasión de tener presentes a las autoridades con responsabilidad en materia de universidades, para con cierto atrevimiento plantear también nuestras necesidades.
Por otro lado, hoy es un día de especial satisfacción personal ya que por primera vez asisto en calidad de Rector de la Universidad en la que me formé y donde he desarrollado mi vida académica. Institución y comunidad universitaria a la que no puedo más que sentirme agradecido por lo mucho que me ha dado y para mí significa.
Sin embargo, también es un día parcialmente triste. Disculpen que lo señale, pero me siento obligado al recuerdo de dos personas que seguro estarían encantadas de asistir a este acto y ya no pueden hacerlo: mis padres. Ellos fueron determinantes en que cursara mis estudios universitarios, y que además lo hiciera en la Politécnica.
Esta Universidad no es sólo ya una de las mayores del Estado con sus más de 40.000 miembros, entre estudiantes, profesores, investigadores y personal de administración y servicios. Es además una institución universitaria reconocida internacionalmente, líder en diversos aspectos relacionados con el exterior, tales como los intercambios académicos, las prácticas y convenios de colaboración con la empresa.
Ello es sin duda fruto del trabajo de sus miembros, de un carácter emprendedor y abierto como en pocas instituciones públicas se da.
Pero las cosas no surgen por generación espontánea. Debemos reconocer el trabajo, y con él su contribución a estos logros de quienes me han precedido al frente de esta institución. Tal es el caso de nuestro actual Conseller, que tuvo el privilegio de liderar el Gobierno de esta Universidad por un largo período, y con quien tuvimos la suerte de colaborar, siendo Vicerrector, un tiempo en esa tarea.
También he de hacer referencia a nuestro compañero Don Javier Sanz que ha sabido gestionar un período siempre difícil como es la transición, sin ninguna incidencia de relieve, haciendo posible un proceso electoral modélico en muchos sentidos.
La Universidad Politécnica de Valencia, no tiene la larga historia de otras universidades pero puede considerarse, con sus más de treinta años, una Universidad madura y desarrollada. Quizás por ello nos interesa más hablar de futuro que de pasado. Como decía ese genial cineasta que es Woody Allen: "me gusta más el futuro porque es donde voy a pasar los próximos años".
Nuestra Universidad, como he dicho en otras ocasiones y no me cansaré de repetirlo, no sólo es una institución abierta, plural y de futuro. También en ella reina el optimismo, esa fuerza del optimismo de la que habla Luis Rojas Marco en su última obra, y que ha sido muy positiva a la hora de abordar, con agilidad y anticipación, los cambios constantes que se han sucedido en estos últimos años.
Por ello, en esta nueva etapa en la que nos enfrentamos a multitud de importantes novedades normativas y a la reforma del mapa curricular en el marco del llamado Espacio Europeo de Educación Superior (lo que se conoce como proceso de Bolonia), no debemos temer los riesgos que sin duda entraña, sino más bien pensar en las oportunidades que este importante reto nos ofrece.
La Comisión del Plan Estratégico para esta Universidad nombrada por su Consejo de Gobierno -al que tenemos que agradecer la confianza mostrada al aprobar por unanimidad su constitución y composición- tiene sin duda una enorme responsabilidad, un trabajo tan arduo como ilusionante. De lo que hagan sus miembros depende mucho el futuro de nuestra Universidad. Futuro que, insisto estamos y estaremos dispuestos a construir desde el optimismo, pero sobre el que no dejan de planear ciertas incertidumbres.
Como ya dije al principio, este acto sirve para que los rectores planteen los retos y las necesidades de sus respectivas universidades. También, siempre desde el máximo respecto, para enunciar sus legítimas reivindicaciones.
No voy a resistirme a hacerlo, y por ello, debo decir que nos sumamos al comunicado que ha hecho público la CRUE al expresar nuestra inquietud y preocupación, no tanto por la orientación por donde parecen ir las reformas universitarias, como por los calendarios. Creemos que existe demora y con ello el riesgo de que las universidades no contemos con el tiempo suficiente para una adecuada adaptación al nuevo marco.
También, y en el ámbito autonómico, deseamos mostrar nuestro interés por la elaboración urgente de un modelo de financiación plurianual de las universidades. Necesitamos conocer nuestro escenario presupuestario para formular correctamente nuestras estrategias y políticas. Algo, querido Conseller, que usted conoce bien.
En este sentido, justo es reconocer que se ha venido haciendo un esfuerzo presupuestario importante en la financiación de las universidades, pero nuestro Conseller sabe mejor que muchos que todavía es insuficiente, especialmente en el capítulo de investigación.
Sabemos de la buena voluntad de la Administración en este tema, tanto Estatal como Autonómica. Ahí están los compromisos del Gobierno de la Nación y del Gobierno de la Comunidad Valenciana en aumentar este capítulo, pero es bueno enfatizar su necesidad dado nuestro notable retraso. El importe en el gasto de I+D en términos del porcentaje del PIB apenas alcanza 1/3 del de EEUU y la mitad de la UE. También debemos recordar que más del 50% de la actividad investigadora del Estado Español se desarrolla en las Universidades, porcentaje que aún es mayor en la Comunidad Valenciana.
Quiero felicitar a los nuevos doctores y a sus directores de tesis, nos congratula que cada día sean más los jóvenes titulados que culminan el doctorado, ya que éste es el camino en una universidad que pretende ser cada vez mejor. Agradecemos sinceramente su esfuerzo y dedicación.
Para este año próximo el Ministerio ha convocado un buen número de habilitaciones, las ha multiplicado por 4 ó 5 frente a la solicitud inicial formulada por las universidades. Hemos informado de ello a todos los departamentos y animamos de una forma responsable a nuestros profesores con currícula suficiente a que concurran a este proceso. Estamos seguros de su éxito.
Aprovecho también para felicitar a todos nuestros profesores que han conseguido su habilitación en este último curso, y cómo no, a todos aquellos jóvenes profesores que están consiguiendo salir de la precariedad contractual en la que estaban, logrando tras sus acreditaciones un contrato laboral estable. Aquellos que todavía están pendientes de ello, han de saber que nuestra universidad cumplirá con su compromiso de estabilización, como afortunadamente ya estamos alcanzando.
Para finalizar, quiero dar la bienvenida a todos los estudiantes y personal que se incorpora a esta comunidad universitaria, sin olvidar nuestro reconocimiento a todos aquellos que nos han dejado.
La Universidad Politécnica de Valencia afronta con optimismo y confianza el futuro. Somos conscientes del los importantes desafios y cambios que se avecinan, pero vemos en estos la oportunidad de seguir mejorando. Para esta universidad, emprededora y orgullosa de su trayectoria, el futuro es un proyecto colectivo que se ha de emprender desde su compromiso con la sociedad.
Muchas gracias