Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia. Investido el 11 de junio de 1996
Quiero comenzar agradeciendo a la Universidad el honor que me ha otorgado el permitirme presentar al profesor Whitelaw, al que en el día de hoy investimos como doctor Honoris Causa por esta Universidad, según acuerdo de la Junta de Gobierno del día 23 de noviembre de 1995.
También quiero agradecer a los miembros de la comunidad universitaria el que en su día aceptasen la propuesta del Departamento de Máquinas y Motores Térmicos de nombrar al profesor Whitelaw Doctor Honoris Causa.
Como docente e investigador universitario, ante la responsabilidad que me ha correspondido, he intentado preparar esta laudatio como un trabajo más de mi quehacer cotidiano; tal como le hubiera recomendado a mis alumnos, cuando les tengo que orientar en la elaboración de una tarea: he realizado una revisión bibliográfica, he conocido el estado del arte sobre el tema y lo he estructurado. Pero esto no es todo, he de confesar que me ha resultado muy agradables elaborar el trabajo.
Resaltar los méritos y cualidades del profesor Whitelaw no me resulta difícil y, además, es instructivo, al tiempo que me ha servido para aprender muchas de las cosas necesarias para alcanzar el éxito académico en el complejo mundo universitario.
Hablar de los valores humanos de James Whitelaw es fácil, basta haberle tratado para comprobar su humanidad, su don de gentes, su sentido de humos escocés. Quizás una manera de describir al profesor Whitelaw es referirme a la forma en que nuestro grupo, ya hace más de diez años, se propuso invitarle para que impartiera un curso sobre la aplicación de técnicas de medida basadas en láser en los motores. He de confesar ahora, que no teníamos muchas esperanzas de conseguirlo. Cual fue nuestra sorpresa cuando al poco tiempo lo tuvimos entre nosotros y mantuvimos el profesor Desanstes y yo mismo nuestro primer contacto con él. Desde entonces muchos y muy fructíferos han sido los intercambios, los trabajos y los proyectos en común.
Con la generosidad que le caracteriza nos ha ayudado a abrir muchas puertas en el entramado científico, al que no siempre es fácil acceder cuando se comienza. ¡Gracias profesor!
Intentando plasmar más y mejor cómo es Jim en su trabajo, le pregunté a su discípulo y hoy también profesor en el Imperial College, el doctor Arcoumanis, que me describiese al profesor Whitelaw; más o menos reproduzco sus palabras que creo le definen muy bien; y que además, pienso que son las cosas y maneras de hacer que un profesor que se dedica a la investigación aplicada debe poseer para el éxito en su trabajo.
"Jim, como investigador, tiene la rara habilidad de intuir las posibilidades de éxito de la aplicación de una técnica concreta a la resolución de un problema de ingeniería. Es capaz de discernir entre lo que es y no es razonable y tiene un gran sentido de la oportunidad; sus estimaciones sobre el tiempo necesario para llevar a cabo su trabajo de investigación son siempre muy precisas. Tiene una mentalidad muy inquisitiva y no es fácil de contentar, pues coloca el listón muy alto para sí mismo, sus colaboradores y sus compañeros. Trabaja mucho y tiene unas excelentes cualidades como director, lo que es de destacar en un académico. Otra cualidad importante que tiene es que apoya a sus colaboradores y está siempre dispuesto a ayudar en las situaciones difíciles; al mismo tiempo se manifiesta distante con las personas que no le gustan y con aquellos que no tienen rigurosidad en su trabajo".
Jim Whitelaw está casado con Elspeth y tienen tres hijos, los tres doctores; también tiene dos nietos que todavía no son doctores, seguramente debido a su edad. Enhorabuena a la familia, estoy seguro de que mucho de lo que es Jim se lo debe a su familia.
Antes de hablar de los méritos científicos del profesor Whitelaw, me parece importante hacer una reflexión sobre el centro donde desarrolla su labor docente e investigadora: el Imperial College, por las lecciones que podemos obtener en provecho de nuestra institución, es decir, de nuestros profesores y alumnos.
De la organización del Imperial College se pueden resaltar los siguientes aspectos:
La vida académica es fácil por las ayudas de todo tipo que existen - laboratorios, bibliotecas, centros de cálculo, residencias y medios materiales. La estructura organizativa es simple y está basada en los departamentos con un importante apoyo administrativo. Las relaciones con la industria y los estamentos oficiales es intensa y muy fructífera.
Todo ello conduce a que haya habido 46 miembros de la Royal Society, 36 miembros de la Royal Academy of Engineering y 3 premios Nobel. Un dato más, el 32% de los estudiantes están realizando el doctorado.
Quiero resaltar la organización y los fines del Departamento de Ingeniería Mecánica, en el que, tal como se entiende en el ámbito anglosajón, la mecánica es no sólo la mecánica del sólido, sino sobre todo la mecánica de fluidos, y la mecánica de fluidos no es sólo la de los fluidos incomprensibles sino sobre todo la mecánica de los fluidos comprensibles, sección que dirige el profesor Whitelaw. Estoy convencido que los éxitos en los trabajos sobre transferencia de masa y energía, tan importantes para fenómenos como la combustión o retos como la contaminación atmosférica se alcanzarán mejor y más rápidamente con este concepto anglosajón de la ingeniería mecánica.
Paso a la segunda parte del laudatio en donde quiero resaltar los méritos del profesor Whitelaw.
Comenzó su trabajo científico postdoctoral en el área de la termodinámica general, bajo la dirección del profesor Kestin de la Universidad de Brown en Estados Unidos. Sus trabajos estuvieron relacionados con la determinación de viscosidades de gases. A finales de los años 60 su interés se dirige hacia la mecánica de fluidos y la transmisión de calor y a principios de los 70 comienza sus trabajos relacionados con la caracterización teórica y experimental de los procesos de combustión.
Es uno de los pioneros en la utilización de técnicas de medida avanzadas, basadas en láser. Así en los años 70 comenzó a realizar experimentos con velocimetría láser Doppler y a mediados de los 80 utiliza la técnica de velocimetría fase Doppler, para la determinación simultánea de la velocidad y el tamaño de gotas en estudios de atomización de chorros líquidos.
A lo largo de su carrera ha realizado importantes contribuciones al mejor conocimiento de distintos aspectos de los procesos de transferencia de masa, cantidad de movimiento y calor, pero tal vez su mayor contribución a la ciencia haya sido el desarrollo y aplicación de técnicas de medida, tanto convencionales como basadas en láser, a un amplio espectro de problemas de gran interés industrial y científico, entre los que se encuentran quemadores, turbinas de gas, motores de encendido provocado y motores diesel.
Ha trabajado en problemas de laboratorio pero también junto a la industria, tanto en Europa como en Estados Unidos y en Japón, ayudando en la resolución de sus problemas. Como ejemplos de esta labor están sus actividades como consultor en la industria aeronáutica en Mc Donnell Douglas, United Technologies y NASA o en la industria del automóvil en Ford, Honda o PSA.
Como resumen de sus méritos ahí están sus más de 250 artículos, sus 27 libros, su participación en numerosas revistas científicas como editor y resaltar finalmente su reciente nombramiento como miembro de la Royal Society, que es el más alto galardón que se puede otorgar a un científico en el Reino Unido.
Para terminar, no quiero dejar en el olvido nuestras apasionadas discusiones sobre chorros, en particular chorros turbulentos con un contorno muy abierto.