Hoy, martes 22 de Junio de 1999, un día después de la llegada del verano que para nuestra Sociedad es sinónimo de uso y abuso de agua, y por tanto, equivalente al mismo tiempo, a gozo y preocupación, y un día antes de la noche de San Juan, que para nuestra Sociedad es sinónimo de fuego, de reacciones químicas, para que mediante las cuales, se permitan las promociones de ese conjunto de electrones y otras cosas más, que somos los seres humanos. Hoy, decimos, que para nosotros, la Investidura como Doctores Honoris Causa de Hanid M. Chaudhry y Rudolph A. Marcus, constituye un día histórico, un día que a fuego y agua, quedará grabado en el libro de bronce de esta Universidad.
He tenido ocasión de leer detenidamente sus hojas de méritos. Sobrecogen y asombran al mismo tiempo. Se trata de dos genios, de dos gigantes de la Ciencia, cuyas aportaciones han influido a generaciones y, asimismo, influirán a generaciones en el futuro. Me ha venido a la mente, no he podido evitarlo, el compararlos a Galileo y a Newton, por las dos circunstancias vitales diferentes y dificultades sobrevenidas, al margen de la Ciencia en las que ambos desarrollaron su trabajo y su vida personal.
Deseo que ambos puedan ser un ejemplo que nos incite y nos estimule a seguir trabajando honestamente.
Gracias a los dos padrinos por su magnífica disertación.
