La ciencia, al igual que les ocurre a las personas mayores, avanza dando un paso hoy y otro mañana. Paso a paso, pasos que duran siglos. Así es como la humanidad camina.
Hacer ciencia es reconciliarse con la naturaleza. Pero la naturaleza sólo dialoga con caballeros.
D. Santiago es uno de esos caballeros gigantes de la ciencia. Caballero-árbol de la ciencia, como si fuera el nahuatl de un dios precolombino que, esta vez, quizá para venir a Valencia, se hizo palmera; porque en Valencia D. Santiago, los dioses menores afortunadamente son palmeras, o sea, flexibilidad sobre raíces sólidas, flexibilidad sobre raíces de ciencia. Entre los descubrimientos más importantes de D. Santiago cabe citar el haber descubierto el secreto de la eterna juventud, el elixir de como inspirar confianza y la droga de como ser un hombre bueno.
Nosotros estamos orgullosos de ofrecer a la Universidad Politécnica de Valencia, para que forme parte de su claustro de doctores honoris causa a Don Santiago Grisolía. Si Ud. supiera, Don Santiago, que hoy nos ha hecho más universitarios. Hoy en la Universidad Politécnica la ciencia habla el mas alto lenguaje.
Hoy quisiera glosar una cualidad de D. Santiago como portador de lo auténtico. Como portador de ideas por donde han de discurrir las sociedades modernas. Como hombre que enuncia, anuncia y denuncia futuro.
Así por ejemplo, este nuestro querido pueblo viejo, un día despierta siendo la sede en donde se gesta la declaración de Valencia sobre el genoma. El genoma es el libro de nuestra historia biológica. El proyecto sobre el genoma humano es de las decisiones más lúcidas de la humanidad, su desarrollo es comparable a la declaración de los derechos humanos, a la aplicación de la fusión nuclear. Don Santiago lo hizo posible.
Así por ejemplo, un buen día esta querida tierra nuestra de lo posible, ofrece el premio de investigación más importante de España (ya conocido como el Nobel valenciano) para orgullo de Valencia y estímulo de la investigación. Don Santiago lo ha hecho posible.
Así por ejemplo, cuando Don Santiago dice que el Ministerio de Educación y Ciencia no tiene sentido que exista, está proponiendo la más elevada concepción intelectual de lo universitario.
Pues para la coordinación de la investigación no es necesario tal estructura; una parte importante de la investigación y del I+D ya lo coordina la vida, el libre mercado, la libre competencia. Y la docencia, los títulos universitarios deberían formar parte de la responsabilidad y autonomía universitarias, con la coordinación de las autoridades autonómicas.
Don Santiago lo ha dicho.
